¿Qué es el éxito? El éxito es el resultado feliz de una actuación, claro que esto es relativo, el éxito es diferente para cada persona, jugador o equipo. Además de relativo, se puede obtener de muchos modos, muchos caminos pueden hacer que se consiga el objetivo tan ansiado, la gloria. El claro ejemplo es el fútbol. En el fútbol se puede conseguir la victoria de numerosas maneras: teniendo la posesión del balón, jugando al contrataque, siendo excesivamente defensivo y ganar el partido mediante el balón parado… Todas valen pero unas son más bonitas, más emocionantes o más efectivas. Pero todas tienen una cosa en común: ganar.
Nos situamos en Mönchengladbach, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia. Allí, un equipo se levanta contra todo pronóstico, mientras hace 7 meses se jugaba el play-off por no descender a la 2. Bundesliga. Quizás haya muchos factores que den el porqué de este salto cualitativo que ha hecho pasar al equipo de Favre del fracaso a la gloria: la llegada al primer equipo de Ter Stegen, portero que incluso está muy cerca de vestir la camiseta de la Mannschaft en la Eurocopa que se celebra este mismo año en Polonia y Ucrania, la eclosión de jugadores como Herrmann y Reus, cuestiones de motivación, la influencia de Lucien Favre…
Como empezaba el artículo, la gloria se puede alcanzar siguiendo diferentes caminos. El Mönchengladbach presentó ya hace unos meses su carta de presentación para ganar la Bundesliga, quizás la más apretada en estos últimos años, y la culminación del éxito del cuadro de Lucien Favre fue el partido que inauguró el nuevo 2012 en la liga alemana, frente al Bayern de Münich. Se enfrentaba a la máquina bávara, que pecó la ausencia de profundidad y el exceso de posesión contra un muy ordenado y diabólico Gladbach. Ese es el método que sigue Favre para alcanzar el éxito, solidez defensiva y velocidad arriba. Principalmente, la mayor parte del éxito la basaría en tres pilares muy importantes. Primero, imprescindible para un buen equipo, un buen portero. Marc-André Ter Stegen con 19 años ya llama a la puerta por un puesto en la portería de la selección teutona. Y no es de extrañar. Como ya decía, gran parte del éxito del Gladbach es por el joven portero. Otro pilar muy importante del éxito del equipo de Renania del Norte, es su solidez defensiva. Jugadores como Dante (pretendido por el gigante de Münich), Filip Daems o Martin Stranzl aportan el equilibrio para dar lugar al siguiente pilar del equipo: las contras. Diferentes caminos para llegar al éxito, determinado por las clases de jugadores. En este caso, el Gladbach posee dos “demonios”, dos jugadores muy importantes en el esquema de Favre. Reus y Herrmann. Los dos máximos goleadores del equipo con 14 y 5 goles respectivamente. Pero por desgracia para el cuadro alemán, se confirmó hace unas semanas la marcha de su mejor jugador al Dortmund por 17´5 millones de euros, la marcha de Marco Reus. No es fácil reponer a un equipo que se queda sin su mayor estrella, pero la directiva anunció que el próximo año prepararía un equipo para poder aspirar a cualquier título.
En contra, el Gladbach debe mejorar su delantera. Los delanteros del equipo son Bobadilla (se acaba de ir al Young Boys suizo), Mike Hanke (3 goles), Igor de Camargo (3 goles) y Elias Kachunga. Entre ellos suman seis goles, una cifra bastante deprimente para un equipo que está luchando por el título. Durante estos días, ha estado en la órbita del Gladbach el paraguayo Lucas Barrios, que no está contando con muchos minutos tras la buena temporada de Lewandowski. No hay que olvidar que barrios fue el máximo goleador de la anterior Bundesliga, y en caso de que el fichaje por el Gladbach se formalice, sería un gran fichaje para el equipo de Favre que solucionaría los problemas en la punta de lanza.
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